La diferencia entre niños y niñas se agudiza con la distribución corporal desigual de músculo y grasa, así como por el desarrollo diferente de masa ósea.
En la adolescencia, los varones tienden a ganar más peso, que corresponde al incremento de su masa muscular, al desarrollo de su esqueleto y a que el periodo de crecimiento general dura más tiempo. Por otro lado, las mujeres ganan más grasa, y el crecimiento de la masa ósea y el periodo de crecimiento general son menores.