Enciclopedia de Conocimientos Fundamentales
UNAM ˜ SIGLO XXI


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1.4.2 Morbilidad

Se refiere a la información estadística sobre enfermedades que afectan a la población, independientemente de que ocasionen la muerte, se conviertan en crónicas o se curen. En este sentido, al contrario del caso de la mortalidad, las enfermedades infecciosas aún tienen una gran importancia en términos de la demanda de servicios de salud y de la discapacidad que producen. Estos padecimientos prevalecen en los grupos de bajo nivel socioeconómico de las áreas urbanas y rurales.

Una de las acciones que han contribuido al desplazamiento de las enfermedades transmisibles como causas importantes de muerte es la vacunación universal. La magnitud del esfuerzo desarrollado debe medirse en función del cambio en las coberturas con esquemas completos de vacunación entre los menores de cinco años. Mientras en 1990 la cobertura nacional era solamente de 46%, hacia finales de 1994 se logró cubrir 93% de la misma población. El programa intensivo de vacunación ha constituido un avance significativo en la práctica de la salud pública, al demostrarse que es factible atender a todos los habitantes del país sin distinción de género, educación, lugar de residencia o nivel socioeconómico. Además, esta medida ha generado que algunas enfermedades transmisibles desaparezcan y que otras se hayan vuelto muy poco frecuentes; sin embargo, han emergido o resurgido otros males. Hasta ahora, el peor de los problemas emergentes es el sida (síndrome de inmunodeficiencia humana adquirida), a pesar de que es considerable la competencia por los recursos para la atención de la salud que emana del resurgimiento del dengue y la tuberculosis.

De distinta naturaleza son los problemas que plantean las enfermedades degenerativas y las lesiones. La escasez de datos fidedignos acerca de la morbilidad en México impide conocer con precisión las tendencias y la verdadera relevancia de muchas de estas enfermedades; no obstante, la combinación de los datos de morbilidad, mortalidad y la información provista por las encuestas nacionales de salud demuestran que estos problemas cobran importancia. Las nuevas epidemias en curso exigen mucho más que capacidad para registrarlas y describirlas minuciosamente. Es innegable que los sistemas de información y vigilancia epidemiológica son instrumentos de gran valor, pero la salud pública moderna exige una visión integral que conjunte las dimensiones biomédicas y sociales. Países desarrollados ya se han enfrentado a esta situación y han demostrado que es posible controlar las epidemias de enfermedades cronicodegenerativas. Por ejemplo, durante las décadas de los 70 y 80 del siglo XX, Estados Unidos y el Reino Unido pusieron en funcionamiento estrategias que actualmente evidencian la disminución de la mortalidad por infartos cardiacos. En México es preciso implementar programas de diagnóstico, tratamiento y prevención oportunos, con el fin de remediar el adelanto de este tipo de condiciones clínicas antes de que alcancen un máximo de incidencia y mortalidad igual o superior al observado a finales del siglo pasado en el primer mundo.


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