Es la formación de los gametos femeninos que se lleva a cabo en los ovarios. Al igual que en el hombre, en la mujer intervienen tres tipos de células que son importantes para la maduración de los ovocitos: las ovogonias, las células foliculares (o de la granulosa) y las células de la teca. Las ovogonias son células que, después de atravesar por diversos procesos de maduración desde la etapa fetal, forman ovocitos maduros aptos para la fecundación. Las células foliculares o de la granulosa rodean a las ovogonias para nutrirlas, protegerlas y ayudarlas en su maduración; juntas constituyen el folículo ovárico. Las células de la teca sirven de sostén al folículo; además, secretan hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) que ayudan al desarrollo de los caracteres sexuales secundarios en la mujer. Estos tres tipos de células también están controlados por las hormonas de la hipófisis (véase la figura 3.1).
En cada eyaculación, el hombre secreta alrededor de 300 millones de espermatozoides, a diferencia de la mujer, que por cada ciclo solamente ovula un ovocito maduro capaz de ser fecundado.