Enciclopedia de Conocimientos Fundamentales
UNAM ˜ SIGLO XXI


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1.1 IMPORTANCIA DE LA GEOGRAFÍA COMO CIENCIA

1.1.1 El significado del lugar

Todos los seres humanos viven en un sitio concreto que representa una parte pequeñísima de la superficie terrestre. Ese lugar es único porque tiene características propias, que no se repiten, de igual manera, en otros. Los rasgos básicos de un lugar, como el relieve, el clima, la cobertura vegetal, la cantidad de personas que ahí habitan, las actividades económicas a las que se dedican y la organización política prevaleciente, por indicar algunos, hacen que ese sitio del planeta sea diferente de todos los otros. El conjunto de estas características proporciona a cada lugar de la Tierra olores, sabores y colores propios que contribuyen a generar una imagen distintiva para París, otra para Río de Janeiro, una para Moscú y tantas otras más como lugares habitados del planeta existen.

Para poder comprender mejor esta circunstancia, es adecuado ofrecer un ejemplo en el que se comparan dos sitios de la Tierra que tienen como característica común ser puertos marítimos: Estocolmo, Suecia, y Singapur, Singapur.

En el primer caso se trata de una ciudad ubicada en un archipiélago correspondiente a la parte central de Suecia sobre una plataforma rocosa antigua, de granitos muy duros y con un relieve relativamente plano. A la latitud de Estocolmo (59o N), las condiciones climatológicas son frías con lluvia todo el año, lo que genera una gran cantidad de recursos hídricos que se manifiestan como corrientes superficiales de agua y como cuerpos lagunares poco profundos. La cobertura vegetal, que se constituye de especies de maderas blandas (pinos, abetos, encinos), se extiende dentro de la misma trama urbana de la capital sueca. A pesar de contar con cerca de dos millones de personas, las condiciones geográfico-físicas no han sido alteradas en forma notable. La constitución de la población de esta ciudad es mayoritariamente de origen sueco. Estocolmo es un puerto importante del mar Báltico que, desde tiempos medievales, ha estado ligado con otros ubicados en el norte de Europa por lo que, en la actualidad, la mayor parte de los empleos de las personas que ahí viven se asocian con el sector terciario (comercio, transporte, servicios). Éstas son sólo algunas de las características geográficas del lugar llamado Estocolmo.

Singapur, por su parte, también se ubica sobre un archipiélago en la punta sureste de la península de Malasia; en este caso, el relieve es plano como en Estocolmo pero las rocas son más recientes. La latitud de Singapur (1o N) explica la prevalencia de un tipo de clima tropical con lluvias todo el año que genera, además de recursos de agua importantes, una cubierta vegetal de maderas duras que se extiende dentro de la misma trama urbana. A pesar de la cantidad de personas que habitan en la ciudad (cerca de cinco millones), la naturaleza no ha sido perturbada de manera alarmante. La población es muy diversa aunque predominan los habitantes de origen chino. Singapur es la única ciudad de este país y se emplaza sobre uno de los estrechos marítimos más transitados del planeta, el de Malaca, por donde pasan barcos (sobre todo petroleros) de gran calado, constante e intensamente; en este contexto, Singapur queda enlazado con ciudades del este de Asia, de la cuenca del Pérsico y de Oceanía. El ser un puerto muy concurrido ha originado una cantidad numerosa de empleos en el sector terciario (comercio, transporte, servicios). Éstas son sólo algunas de las características geográficas del lugar llamado Singapur.

características de Estocolmo y Singapur

En las líneas anteriores se han presentado algunas características de ambos lugares, las mismas para las dos ciudades, que les hacen únicas, irrepetibles en la superficie del planeta que habitamos. En ambos casos se exponen los rasgos de cada una de las categorías siguientes: relieve, clima, agua, vegetación, población y ocupación económica. Algunas de las características presentadas son casi iguales en las dos ciudades, por ejemplo, estar ubicadas en lugares con relieve plano; sin embargo, también hay diferencias: una tiene un clima frío y la otra uno tropical; más aún, la población de Estocolmo es más homogénea desde el punto de vista étnico que la de Singapur. En donde pareciera que hay semejanza, también hay contraste: en ambos casos, la actividad portuaria es importante, sin embargo Estocolmo tiene lazos marítimos con lugares próximos, en tanto Singapur los establece con sitios muy alejados.

Al considerar, en su conjunto, estas características y otras más que en realidad existen tanto en Estocolmo como en Singapur, y en todos los demás sitios habitados del planeta, se puede saber por qué los lugares son irrepetibles en la superficie terrestre. Al llevar a cabo el ejercicio de interrelacionar esas características propias de cada lugar, se hace geografía pues se describe e interpreta la superficie terrestre, como es ocupada en la actualidad, aun a escala pequeña. El conjunto de estos rasgos se revela de muchas maneras, por ejemplo, en los sabores, olores y colores de los diferentes lugares de la Tierra.

La Habana
a) Ciudad de La Habana © Álvaro Sánchez Crispín.


Ciudad de México
b) Vista aérea de la ciudad de México © Álvaro Sánchez Crispín.

Hay sabores para cada rincón del mundo que se reflejan, por ejemplo, en el gusto de su comida. También hay olores para cada porción de la Tierra: las ciudades asiáticas, como lo advertían los primeros viajeros y exploradores europeos, están llenas de olores, perfumes y esencias; lo mismo se puede decir de las centroamericanas o las europeas.

Francia
c) Estrasburgo, Francia © Álvaro Sánchez Crispín.

Finalmente, hay colores que identifican a los lugares: el gris para Londres o las islas británicas, en general; los tonos vivos del azul del cielo en muchos sitios del campo mexicano; los atardeceres rojos en el sur de China o el verde intenso en la selva amazónica.

Caracas, Venezuela
d) Caracas, Venezuela © Álvaro Sánchez Crispín.

Los sabores de la geografía de un lugar se desprenden, por ejemplo, del tipo de comida que ahí se prepara, resultado del uso de ciertas plantas o animales, que viven en determinadas condiciones naturales, y que la sociedad demanda para el consumo humano. Los olores, igualmente, proceden de esa relación entre naturaleza y sociedad. En su caso, muchos de los colores naturales derivan de condiciones geográficas concretas, como la latitud o altitud. Por ejemplo, el verde de las auroras boreales en Finlandia y Canadá o el cielo azul intenso de las regiones cercanas a los 30o de latitud norte, donde se emplaza la franja mundial de desiertos y que es propio de sitios de México y Argelia.

Estas características de los lugares son el punto de partida, o la conclusión, de cualquier estudio geográfico sobre ellos; la geografía permite establecer las diferencias entre los miles de lugares que constituyen el planeta: selvas tropicales, desiertos áridos y desiertos polares, megaciudades y aldeas, zonas fabriles y campos sembrados con trigo, ríos densamente poblados por humanos y ríos desposeídos de cualquier ocupación humana, entre otros muchos escenarios. Se puede viajar a esos lugares para comprenderlos, saborearlos, olerlos o apreciar sus colores, pero si esto es poco probable, la mejor manera de lograr lo anterior es por medio de un curso o de la lectura de un texto geográfico.

tunas
Tunas en un mercado de Túnez
© Álvaro Sánchez Crispín.

La geografía tiene una función de enlace entre las ciencias naturales (biología, física, matemáticas, química) y las ciencias sociales (historia, literatura, sociología).

Noruega
Noruega. Los lugares producen sensaciones diferentes
© Álvaro Sánchez Crispín.

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