Un caso aparte lo constituyen los incendios, los cuales son fuegos no controlados, de surgimiento rápido, gradual o instantáneo, donde participa, en la mayoría de los casos, la acción humana como elemento causal directo o indirecto. El riesgo de incendio está relacionado con cuatro tipos de fuego:
La mayor parte de los incendios se producen por fallas en las instalaciones eléctricas y de gas, combustión por la basura, manejo inadecuado de líquidos inflamables, mantenimiento deficiente de tanques o cilindros de gas.
De acuerdo con el área o contexto que afectan, los incendios pueden clasificarse en urbanos, cuando provocan destrucción parcial o total en la parte interna o externa de instalaciones, casas o edificios; y forestales, que destruyen áreas de vegetación, árboles, pastizales o malezas. un incendio urbano puede extenderse hacia áreas forestales, y a su vez, un incendio forestal llega a afectar zonas urbanas.