Son los seres vivos en general y constituyen la fuente primordial de obtención de alimentos para la humanidad. El estudio de estos recursos se relaciona directamente con la pesca, la agricultura y la ganadería, actividades por definición productoras de alimentos, pero también incluye los recursos derivados de los bosques y las plantas y animales silvestres.
La ubicación geográfica de estos recursos se relaciona con factores climáticos, edafológicos, hidrológicos, geológicos y oceanográficos y, aunque se considera que son inagotables y que sus reservas son abundantes, están sometidos a un ritmo de explotación que hace necesaria la adopción de medidas de conservación que garanticen su existencia en el futuro.
La excesiva explotación de los recursos de origen biológico podría llevar a crisis por agotamiento de las fuentes de esos recursos y por alteraciones ambientales, lo que afectaría las relaciones sociales, políticas y económicas a nivel mundial. La seguridad alimentaria exige hacer más eficientes las labores agrícolas, pecuarias y forestales, así como practicar una actividad pesquera sostenible con apoyo en un soporte tecnológico, respetuoso de la naturaleza y el ambiente.