Las personas migran de país o incluso de continente de una forma más o menos libre, o de manera forzada; esta última se encuentra ligada a fenómenos como las guerras, persecuciones raciales o religiosas, entre otros, y originan dos categorías de movimientos y de migrantes: los desplazados, que son expulsados de su lugar de origen como consecuencia de ciertos sucesos de carácter político, y los refugiados, aquellos que abandonan voluntariamente su país o su lugar de residencia por considerar que su vida, libertad personal o condiciones de existencia no están garantizadas.
El primer gran desplazamiento de refugiados después de la segunda guerra mundial se presentó en respuesta a los cambios políticos. Por ejemplo: alrededor de 15 millones de alemanes fueron reubicados en 1945; la separación de India, en 1947, con la creación de Pakistán, provocó el movimiento de alrededor de 16 millones de personas; la construcción del muro de Berlín, en 1961, favoreció el desplazamiento de 3.5 millones de personas de Alemania Democrática a la República Federal Alemana. Sin embargo, el número total de refugiados en el mundo se mantuvo relativamente bajo entre 1960 y hasta mediados del decenio de 1970, con aproximadamente dos o tres millones. Para 1973, al finalizar la guerra de Vietnam, se presentó un gran movimiento de refugiados transcontinental, algo más de dos millones de personas, de las cuales la mitad llegó a Estados unidos. En el decenio de 1980 se incrementó el número de refugiados por razones políticas, económicas y desastres naturales.
De acuerdo con la oficina del Alto Comisionado de las Naciones unidas para los Refugiados (ACNUR), en 2001 había 19.8 millones de personas refugiadas, repatriadas y desplazadas, lo que representa a uno de cada 300 habitantes del planeta. En los últimos años, el mismo organismo ha dado apoyo humanitario a los grandes desplazamientos de refugiados ocurridos en las zonas de Afganistán y Medio oriente.
En general, ACNUR incluye como refugiados a tres tipos de casos: asilados (personas perseguidas quienes dejan su país y entran a otro país como refugiados); repatriados (aquellos que se encuentran en el proceso de regresar a su lugar de origen); desplazados (personas que dejaron su hogar, pero permanecen dentro de su propio país). Los principales problemas de refugiados y desplazados han ocurrido en África, Asia y Europa. La mayor parte de los asilados se encuentran en países de Europa y de Norteamérica. Es importante señalar que existe población que no se considera como refugiada por tener una situación poco definida en estas categorías. Por ejemplo, en Turquía, alrededor de 800 000 iraníes no son reconocidos como refugiados.
Se reconoce que una gran parte de la población de refugiados está conformada por mujeres y niños, que son obligados al desplazamiento junto con toda la población. Asimismo, la mayoría de refugiados se mueve a países contiguos, lo que genera cambios regionales sobre todo cuando el mismo país recibe y tiene desplazados internos. Tal situación es frecuente en guerras civiles o conflictos étnicos. Éste es el caso de los países del oriente de África, como Sudán, Somalia, Etiopía, Djibouti y Eritrea, a partir de 2002; así como también en Ruanda, Uganda, República Democrática del Congo y Burundi, en el centro de África.
Los refugiados tienen diferentes razones para su desplazamiento, por lo que no hay una manera sencilla de resolverlo. ACNUR ha propuesto tres soluciones: repatriación voluntaria, permanecer donde se encuentran o ser reubicados en otro lugar dentro del país que los recibió. Todas estas opciones no solucionan el problema de origen, sino que buscan medidas que ataquen más las causas; aunque los intentos de solución son complicados, pues cada caso es diferente. ACNUR ha favorecido más la repatriación voluntaria, pero esto no es posible para la mayoría de los refugiados, especialmente cuando las causas de su desplazamiento se mantienen sin cambio.