Enciclopedia de Conocimientos Fundamentales
UNAM ˜ SIGLO XXI


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3.4.4 El papel de las políticas migratorias

En general, cuando los países elaboran políticas migratorias, consideran dos cuestiones: la regulación del número y el tipo de migrantes, y el tipo de intervención para incorporarlos a la sociedad.

Las políticas migratorias no pueden beneficiar a todas las partes: la migración de personas calificadas es buena para los países receptores; sin embargo, no lo es tanto para los países de salida. La reunificación familiar es importante para los migrantes, pero no siempre provechosa para los países receptores. Es difícil satisfacer al mismo tiempo a los ciudadanos de los países de destino y de origen, así como a los propios migrantes; es necesario elegir y atender consideraciones sociales y políticas.

Las políticas de inmigración se centran en los intereses del país, además de que plantean cuestiones morales, ya que las restricciones a la movilidad limitan la libertad de circulación de los migrantes, lo cual conduce a una mayor posibilidad de que su migración sea permanente. Por ejemplo, para algunos países desarrollados se plantea que la migración compensaría el envejecimiento de su población, además de mantener el funcionamiento de su economía. Esto ocurre en Alemania y otros lugares de Europa occidental, donde han llegado migrantes desde Turquía y otros países del norte de África.

Otra de las cuestiones es la incorporación de los migrantes en las sociedades receptoras. Con frecuencia se critica la resistencia de los migrantes a “integrarse” y se les acusa de amenazar los valores culturales de los países donde viven. Lo anterior ha llevado a la movilización de los residentes de los países contra los inmigrantes. Ante el poco control de la migración por parte de los gobiernos, los residentes lo harán mediante rechazos más o menos violentos hacia los extranjeros. Por ejemplo, en España y otros países europeos han surgido movimientos racistas contra la población inmigrante, que han llevado al surgimiento de la xenofobia.

Los controles en las fronteras contribuyen indirectamente al racismo: promueven la idea de que los extranjeros y quienes lo parecen son indeseables, con lo que se siembran dudas sobre el derecho de todos los migrantes a vivir en las sociedades receptoras. Esto refuerza los problemas étnicos y pone en peligro el acceso a mejores condiciones de vida.

La migración ha contribuido a la creación de comunidades sociales, étnicas o religiosas, mientras que con las políticas migratorias restrictivas se ha intentado reducir el acceso de los migrantes a los recursos públicos. un ejemplo claro de lo anterior ocurre en Estados unidos con los migrantes ilegales mexicanos, pues se les dificulta acudir a servicios médicos o educativos.

De hecho, varias regiones del mundo han debatido concretamente la situación regional de la migración y algunas incluso han tomado en consideración la libre circulación. Los migrantes seguirán siendo las principales víctimas de esa insatisfactoria situación, porque estarán expuestos a riesgos cada vez mayores en sus viajes a través de las fronteras. Frente a estos acontecimientos, los países de destino están modificando sus políticas en materia migratoria. Adoptan medidas restrictivas para un mayor control de la inmigración. También los países en desarrollo muestran una mayor tendencia a restringir la migración y a atender los problemas causados por este fenómeno.


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