En la Tierra existen problemas demográficos no resueltos y desafíos para este siglo XXI, algunos de los cuales son retomados en foros internacionales.
Reuniones internacionales sobre temas de la población | Diversas conferencias internacionales y cumbres mundiales han alzado la voz para disminuir la desigualdad social y mejorar la calidad de vida de la población planetaria. Durante los últimos 20 años, la ONU ha organizado conferencias, reuniones y cumbres para abordar temas demográficos de interés internacional.
Durante la Cumbre del Milenio de la ONU, celebrada en la ciudad de Nueva York, en septiembre de 2000, se aprobó la Declaración del Milenio, en la cual se plasmaron los intereses y preocupaciones de los 147 jefes de Estado y de gobierno asistentes al evento. La declaración establece lineamientos y acciones que se espera asuman los gobiernos de los países firmantes a partir de ocho temas básicos.
Cada uno de estos tópicos es esencial para alcanzar una mejor calidad de vida de la población, así como para mejorar las condiciones y las relaciones entre los diversos estados. Por tanto, tienen relación con la geografía, ya que incluyen manifestaciones y relaciones espaciales. otras conferencias y cumbres mundiales se han realizado en los últimos años y en diferentes lugares del mundo.
En estas conferencias o reuniones internacionales han participado gobiernos locales, organizaciones no gubernamentales, investigadores, empresarios y público en general, con el propósito de establecer normas y directrices para las políticas nacionales de los estados miembros de la ONU que se comprometen a realizarlas. Desafortunadamente, no siempre se han cumplido las acciones o las metas por diversas causas; no obstante, son ejemplos de programas internacionales interesados en temas de población.
La ocupación humana del espacio geográfico enfrenta múltiples problemas y desafíos. Algunos de los tópicos demográficos que conforman las agendas nacionales e internacionales de debate son los siguientes:
Crecimiento demográfico | Después de la segunda guerra mundial se hizo visible un rápido crecimiento de la población mundial. El descenso de la mortalidad no estaba acompañado, de forma directa, por un descenso notable de la natalidad. Ello provocó preocupación internacional y se empezó a hablar de la existencia de una explosión demográfica. Sin embargo, para algunos demógrafos, el problema no es el crecimiento, sino el hecho de que más del 90% de los nacimientos se producen en los países menos capaces de hacer frente a las necesidades y las consecuencias ambientales del crecimiento de sus poblaciones, como el desempleo y subempleo creciente; el aumento de asentamientos ilegales y miserables; la falta de acceso a la educación, la salud, el agua potable, las medidas higiénicas y los servicios de planificación familiar. Además, se intensifica la pobreza y una mayor población es orillada al límite de la subsistencia.
Desigualdad social y pobreza | La desigualdad social implica una distribución no equitativa de oportunidades, satisfactores y recursos, pero ésta no sólo implica diferencias económicas, sino que se identifican diferencias ideológicas y culturales que limitan la convivencia armónica de la humanidad. Esta desigualdad se manifiesta en diferentes lugares y escalas territoriales del planeta.
Los especialistas en temas demográficos y de la geografía de la población consideran diversos indicadores para estudiar la desigualdad social. Éstos son el ingreso económico, la raza, el género, la diferencia de clase social, el nivel educativo y la calidad de vida, entre otros. Asimismo, los indicadores demográficos como la natalidad, la mortalidad, la esperanza de vida o incluso el acceso a vivienda o a sistemas de alcantarillado y agua potable muestran desigualdades entre diversos grupos de población. Las causas de la desigualdad social son variadas; la mayoría considera aspectos históricos para estudiarlas, como las conquistas, el colonialismo, las guerras y los conflictos sociales.
Por su parte, la pobreza implica que la población de algún lugar tiene limitaciones en la obtención de satisfactores indispensables para sobrevivir porque carece de los ingresos económicos suficientes para obtener los niveles mínimos de alimento, vestido y vivienda; o bien, para recibir atención médica y educación, por ejemplo.
Un crecimiento tan rápido de la población impide que los países en desarrollo escapen de la pobreza porque el crecimiento económico no puede equipararse con el ritmo de crecimiento poblacional.
La pobreza extrema es una realidad cotidiana para más de mil millones de seres humanos que subsisten con menos de un dólar por día. El hambre y la desnutrición afectan a un número menor de población, pues hay más de 800 millones de personas cuya alimentación no es suficiente para satisfacer sus necesidades energéticas diarias. En el caso de los niños pequeños, la falta de alimentos puede ser peligrosa porque retarda su desarrollo físico y mental, y pone en peligro su supervivencia. Más de una cuarta parte de los niños menores de cinco años de los países en desarrollo sufren de desnutrición (ONU, 2005). Asimismo, la pobreza ocasiona vulnerabilidad a enfermedades y otros problemas sociales. Muchas familias sobreviven con bajos ingresos, pero si ocurre repentinamente una crisis son vulnerables porque no son capaces de recuperarse tan fácilmente.
En algunos lugares y regiones del mundo, incluso en países de Norteamérica, Europa occidental y Japón, existen grupos sociales que se encuentran con diversos grados de pobreza. Los problemas se agudizan en zonas rurales e incluso urbanas de los países menos desarrollados. En varios de estos lugares, decenas de miles de personas pobres fallecen cada año a causa del hambre y la desnutrición; en especial son lamentables los altos índices de mortalidad infantil. Además, estimaciones internacionales señalan la existencia de vínculos directos entre la pobreza y la creciente delincuencia practicada por los grupos sociales menos favorecidos.
Diversos gobiernos e instituciones internacionales establecen políticas o planes para atender a los grupos más pobres mediante créditos, becas, empleos temporales, asistencia médica gratuita, alimentos, vacunas, asesoría legal y subsidios, entre otros. otros consideran que las comunidades deben organizarse para planear acciones colectivas que les permitan alcanzar beneficios comunes con base en sus valores culturales; en este caso, las organizaciones no gubernamentales (ONG) tienen una participación importante en el impulso de estrategias sociales.
Migraciones | un problema migratorio grave plantea que un gran contingente de la población emigra de países de menor desarrollo económico a regiones y países de mayor desarrollo. Esto ocasiona el rechazo de los inmigrantes, lo cual ha propiciado el resurgimiento de nacionalismos excluyentes, como ocurre en Francia, Alemania y Estados unidos, así como brotes periódicos de violencia que reflejan el racismo y la xenofobia. Para contrarrestar lo anterior, hay procesos que buscan la asimilación, la integración y la inserción del inmigrante al país receptor a través de programas y acciones gubernamentales o sociales, las cuales tienen ventajas y desventajas.
La población, los recursos y la alimentación | Desde mediados del decenio de 1960, acciones como la revolución verde multiplicaron los rendimientos agrícolas; por su parte, las exploraciones minerales y el uso de nuevas tecnologías han permitido descubrir reservas de minerales y energéticos. No obstante, para algunos expertos el crecimiento demográfico podría ocasionar un hambre generalizada y el agotamiento de los recursos naturales.
Las hambrunas provocadas por sequías o inundaciones tienden a disminuir, gracias a la ayuda internacional y a la acción de las ONG; sin embargo, han aparecido otras hambrunas generadas principalmente por las guerras. Asimismo, todavía hay limitaciones alimentarias más o menos prolongadas, cuyos efectos se agravan por las inequidades en los sistemas sanitarios. Resulta difícil evaluar la cantidad de personas subalimentadas en el mundo. En 2001, según la FAO, eran más de 800 millones (una cuarta parte de la población africana, otro cuarto de la asiática y una séptima parte de la población latinoamericana).
Enfermedades | El sida, la tuberculosis, la difteria y numerosas enfermedades infecciosas, algunas de ellas nuevas o renovadas, extienden su influencia en varios sectores de la población, en especial en la de los países en desarrollo. Desafortunadamente, las migraciones incrementan su difusión de modo que tales epidemias y pandemias son uno de los retos que en materia de salud pública afrontan los organismos sanitarios encabezados por la organización Mundial de la Salud en el presente siglo XXI.
Urbanización | En cuanto al fenómeno de la urbanización, se identifican diversos problemas. Las ciudades contemporáneas han experimentado un crecimiento importante en lo relativo a su número, localización y distribución. Además, la urbanización es un proceso de transformación que somete a los territorios, los paisajes, los individuos y sus instituciones. Nueva York, Los Ángeles, París y Tokio son grandes ciudades del mundo desarrollado; sin embargo poco más de 30 grandes ciudades se localizaban hacia 2000 en países en desarrollo.
Asimismo, el fenómeno más notable del último medio siglo es el aumento –sobre todo en los países en desarrollo– del número de ciudades pequeñas y medias que absorben las corrientes migratorias que se dirigen hacia las ciudades mayores.
No obstante, los habitantes y las actividades productivas que se realizan en las ciudades requieren de numerosos bienes y servicios, pues consumen energía, alimentos, agua potable y a la vez provocan severos problemas de contaminación ambiental que se suman a los derivados por la alta concentración demográfica, como la segregación social y económica, la delincuencia y el tráfico vehicular, entre otros.
Diferencias lingüísticas y religiosas | La población mundial está dividida en grupos culturales. Las lenguas y las religiones son componentes clave para conocer el mosaico cultural mundial. Su importancia no sólo radica en el número de personas o países que las hablan o profesan, sino en sus múltiples manifestaciones espaciales que inciden en la organización urbana, económica y política de los lugares donde se practican.
En el mundo se hablan aproximadamente 6 500 lenguas. De ellas, 2 000 son habladas por menos de mil personas, mientras que cerca de la mitad de la población del planeta se comunica en ocho idiomas: chino, español, inglés, bengalí, hindi, portugués, ruso y árabe. Debido a los movimientos migratorios, se presentan contactos entre diferentes comunidades lingüísticas que dan como resultado la desaparición de lenguas y el incremento de otras, así como de dialectos de las lenguas. La ONU adoptó como lenguas de trabajo el inglés y el francés, asimismo reconoce otras cuatro lenguas oficiales: ruso, chino, español y árabe.
En la actualidad, las religiones todavía tienen gran influencia en la estructura social y cultural de numerosos países y amplias regiones del planeta. El cristianismo (católico, protestante y ortodoxo), el islamismo (sunnita y shiita), el hinduismo y el budismo son cuatro de las religiones con mayor número de creyentes a nivel mundial. La fe que profesan las personas en cada religión interviene en aspectos sociales, económicos y políticos de diversos Estados, cuyas autoridades, leyes y acciones están influidas por las religiones dominantes. Incluso, varios de los conflictos que sacuden continuamente al mundo son originados, en buena parte, por la diferencia de credos.
Lucha por los derechos humanos | La aceptación de la multiculturalidad y la lucha por acceder a los mismos derechos y satisfactores motivan que grupos sociales segregados marchen, debatan, escriban y, en general, se manifiesten en contra de la discriminación por género, raza, religión y sexualidad, entre otros aspectos. Además, en años recientes, el terrorismo ha generado la discriminación hacia grupos de población musulmana o de origen árabe, mientras en América Latina los pueblos indígenas también son discriminados en varios aspectos de la vida social.
Crimen organizado | El crimen organizado de alcance internacional ha tejido redes muy complejas en diversas zonas del planeta. Narcotráfico, lavado de dinero, secuestros, tráfico ilícito de minerales, fauna y armas son algunos de los ámbitos donde desarrollan sus actividades ilegales.
La producción y consumo de drogas es un tema recurrente que afronta la población y las instituciones gubernamentales encargadas de su regulación o combate. Heroína, cocaína, marihuana y nicotina provocan severos daños a la población que las consume.
Es así como la población presenta varias características en cuanto a su composición, distribución, movilidad, crecimiento y problemas demográficos. Características que la geografía puede analizar a través de las múltiples manifestaciones espaciales que tiene en diferentes lugares del planeta.