Un peligro o amenaza es cualquier condición, proceso o suceso del territorio, que puede ocasionar daños a la salud, la seguridad o a las propiedades de los habitantes de tal región. Las condiciones territoriales que suponen un peligro son las que permiten o favorecen el funcionamiento de determinados procesos o sucesos, y son el resultado de las características naturales (climáticas, geológicas) y sociales (desarrollo industrial, avances tecnológicos) presentes en ese lugar.
Históricamente, los términos riesgo, amenaza y desastre se han usado de forma indistinta, aunque cada uno tiene un significado preciso. Amenaza es un término más amplio y refleja una fuente de peligro o una forma de daño potencial. Por otro lado, el riesgo es la probabilidad de que un hecho ocurra y las amenazas comprenden los riesgos (la probabilidad), el impacto (o magnitud) y los elementos del contexto (sociopolíticos). En otras palabras, los riesgos constituyen amenazas para la gente y para sus bienes preciados.
Los riesgos varían según las culturas, los géneros, las razas, la condición socioeconómica y las estructuras políticas. En cambio, los desastres son efectos específicos que tienen un profundo impacto en las poblaciones locales o en el entorno, ya sea en términos de muertes y lesiones, de daños a la propiedad o de impacto ambiental. Si bien tradicionalmente la geografía ha estudiado los riesgos, hoy en día ha ampliado su campo de análisis a la dimensión espacial de los riesgos y los desastres.
Después de años de investigación geográfica sobre los riesgos, persiste una serie de interrogantes que no han encontrado respuesta. Estas preguntas conforman el núcleo de la actual investigación sobre los riesgos. En cada una de ellas está implícito el conocimiento de los procesos físicos y sociales, sus variaciones espaciales y temporales, así como sus consecuencias.
Una definición sencilla del concepto de riesgo lo refiere como el resultado de sumar amenaza y vulnerabilidad. Ello permite asociar las amenazas de carácter natural con las acciones de los humanos, desde el calentamiento global y los accidentes nucleares hasta los efectos de deslaves o terremotos. En realidad las amenazas naturales se transforman en desastres debido a las acciones u omisiones de los seres humanos. El riesgo, entonces, es parte importante de la vulnerabilidad.