A principios del siglo XIX, el químico sueco Jöns Jacob Berzelius (1779-1848) propuso una nueva notación para las sustancias elementales. En ella se partía de las iniciales del nombre en latín y se seguía con otra letra presente en el nombre cuando dos sustancias elementales tenían la misma inicial. Esta propuesta sigue utilizándose actualmente porque es muy sencilla y lógica, y porque además tuvo el aval de otro importante e influyente hombre de ciencia, John Dalton (1766-1844), quien por ese entonces era presidente de la Real Sociedad Inglesa de Ciencias, la academia científica con más prestigio de esa época.