En la naturaleza ocurren muchos cambios que pueden apreciarse a simple vista y en los cuales están involucradas tanto las mezclas como las sustancias. Las mezclas pueden separarse para obtener las sustancias que las forman utilizando diferentes procesos. Por ejemplo, el vinagre de caña es una disolución de ácido acético en agua que puede separarse a través de un proceso conocido como destilación. Además de separar al ácido acético del agua, es posible combinarlo con otras sustancias con las cuales reaccionará. Vinagre significa "vino agrio". Como tal es el líquido ácido y astringente producido, en general, por la fermentación ácida del vino. También puede producirse vinagre a partir de cualquier jugo de fruta, alcohol de arroz, maíz o caña de azúcar, y siempre se obtiene a través de una reacción química.
El vinagre se utiliza como condimento o conservador y existe desde tiempos inmemoriales, aunque sólo empezó a producirse deliberadamente en la Edad Media, cuando aparecieron los primeros artesanos que lo elaboraban para fines comerciales. En esa época, las personas utilizaban las materias primas que tenían más a mano y producían diferentes tipos de vinagre. Una de las propiedades del vinagre es que realza el sabor, porque tiene reacciones químicas con algunos componentes de los alimentos.
El ácido acético, al ser un ácido, reacciona con sustancias básicas como el bicarbonato de sodio, formando otras sustancias. Una de ellas es el dióxido de carbono (CO2) en forma de gas. Esto explica las burbujas cuando se ponen a reaccionar el vinagre con el bicarbonato de sodio. Sin embargo, el ácido acético que contiene el vinagre reacciona a veces sí y a veces no, con unas sustancias sí y con otras no. Esto mismo le ocurre a todas las sustancias. A los químicos les interesa conocer cómo ocurre una reacción química y por qué reaccionan las sustancias.
Muchos de los fenómenos de la naturaleza se acompañan de uno o varios cambios químicos, es decir, cambios en los que a partir de unas sustancias se forman otras que antes no estaban. En la respiración de cualquier ser vivo, en el crecimiento de una planta y hasta en la formación de un diamante en el centro de la Tierra, las sustancias se transforman. Algunos procesos necesitan más tiempo que otros, o se llevan a cabo a temperaturas más altas o más bajas; sin embargo, lo importante es que en casi todo ocurren cambios, aunque muchas veces resulta complicado detectar las transformaciones de la materia.