En 1770, Antoine-Laurent de Lavoisier (1743-1794) escribió la ley de la conservación de la masa. Por este motivo se le reconoce como el padre de la química moderna. Realizó el experimento del calentamiento del agua utilizando un aparato que condensaba el vapor y lo devolvía al recipiente, sin perder un solo gramo de agua. Para ello pesó el agua y el recipiente antes y después de realizar el experimento. Demostró que el peso del matraz, el condensador y el agua seguía siendo el mismo antes y después de una prolongada ebullición; sin embargo, un sedimento terroso seguía apareciendo. Extrajo y pesó el depósito formado, así como el matraz y comprobó que la suma de ambos era igual al peso del matraz antes de iniciar la experiencia. Con experimentos como éste probó que la cantidad de materia se conserva a lo largo de un cambio químico.